Capitulo 11 · Parte II ·

*Narras Tú*

A la mañana siguiente me desperté en mi cama. Por un momento creí haber visto a alguien en un rincón de la habitación pero supuse que eran imaginaciones mías.

Bostece cerrando los ojos y abriendo los brazos todo lo que pude. Me aclare la garganta y me levante de la cama. Todo estaba oscuro pero había una luz proveniente del pasillo que me dejaba ver lo suficiente. Llevaba puesta la ropa de ayer así que me la quite. Justo iba a coger una camiseta cuando oí una respiración profunda. Mi sangre empezó a hervir haciendo que mi corazón se acelerara. Me dirigí silenciosamente al interruptor de la luz. Con miedo encendí la luz y chille al ver a una persona en uno de los rincones de la habitación sentada en una silla durmiendo. Suspire al saber quién era. Espera… ¿Qué hacia el aquí?

Gracias a mi grito se despertó. Miro a la cama y luego me miro a mí. Se llevó una mano al pecho.

-Buf, que susto me has dado- dijo mientras suspiraba.

-¿Qué haces aquí Dani?- el me miro de arriba abajo y me di cuenta de que seguía en ropa interior. Me sonroje al momento- ¡Pero no mires!- él se rio y yo fui a al armario.

-Te quedaste dormida en la discoteca- dijo mientras yo me ponía una camiseta- y te acompañe a casa- asentí mientras me sentaba en la cama enfrente de el- insististe que me quedase, yo no quería pero tú me cogiste y no me dejaste ir- me reí avergonzada. No me acordaba de nada de eso- y al final me quede aquí.

-No hacía falta que durmieras en unas silla ¿sabes?-dije- Podrías haber dormido en el sillón o aquí, conmigo.

-No me parecía de un jovencito educado.

-Anda que tú tienes mucho de eso, si, si- reí.

-Bueno, ¿y mis buenos días?- abrió los brazos.

-Si hombre, claro- cruce los brazos pareciendo estar enfadada pero poco conseguí ya que me puse a reír.

-Estas fatal- me cogió de los brazos, tirando de ellos y me coloco en su regazo.

-Eso ya lo sabía- rodee su cuello con mis brazos y le acaricie dulcemente el pelo- tus buenos días- le bese dulcemente y luego me separe sonriéndole.

-Mm… me encantan estos buenos días- me reí- no te rías así.

-¿Por?

-Porque me dan ganas de comerte- volví a reír.

-Cuando quieras- se acercó a mí y me beso.

Me mordió el labio haciéndome gemir en su boca. Su lengua se juntó con la mía, peleando. Le agarre del pelo tirándole de los extremos. Puso sus manos en mis caderas acercándome a él. Coloque una de mis manos en los botones de su camisa, abriéndolos. Una vez abiertos Dani separo sus labios de los míos, se quitó la camisa y a continuación la camiseta que tenía debajo. Siguió besándome con más deseo que antes. Sus manos recorrían mis piernas mientras yo acariciaba su pecho de arriba abajo.

-¿_____?- nos separamos de momento- ¿______ estas hay?- nos miramos y empezamos a roer- ¡Ei!- golpeo la puerta.

-Sí, si estoy aquí- me levante de encima de Dani y fui a abrir.

-¡Espera!- mire a Dani que estaba cogiendo la camiseta y poniéndosela.  Me reí y fui yo a ponerme unos pantalones. Cuando me los puse cogí la mano de Dani y abrí la puerta descubriendo a Irene delante de ella.

-Buenos días, ¿tenemos comida para uno más?

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Y este capitulo va dedicado a mi hermanita, Patricia, que nos vamos a poder abrazar dentro de un día y estoy que no quepo en mi. Tambien gracias por apoyarme en la novela y en todo, te quiero.

Espero que os aya gustado.

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